top of page

Nacer niña en la sociedad de hoy

  • Rama
  • 19 ene 2018
  • 2 Min. de lectura

Mucho tiempo viví bajo la sombra de un dolor. De una gran ira. Nacer niña en una sociedad machista como la de hoy o como la de ayer no es fácil. No quiero dar pena, ni mucho menos.

Pero algo en mi cambió.

Antes dedicaba mucha energía y tiempo a hablar de esas injusticias. Hoy lo hago también, desde mi propia vereda, desde mi propia cosmovisión, donde me entiendo desde la espiritualidad.

Nótese que cuando hablo de espiritualidad, no apelo a esas nociones de pura “luz”, pura “paz” tan en boga hoy en día de la corriente new age, pseudo budista, donde no se cuestiona nada y nos quedamos en una estética autocomplaciente, todos tomados de las manos cantando.

Es difícil abrirse el camino donde hay tantas piedras, cuando no nos respetan, cuando vulneran nuestro cuerpo, cuando nos manosean o, sencillamente nos matan. También lo es cuando no creen en nosotras, cuando nos sobreprotegen, nos cortan las alas o se ríen de nuestras emociones, de nuestro cuerpo o de su menstruación.

Pero algo en mi cambió.

Porque me cansé de creerles, ya que vi que lo hice incluso desde la rebelión. Si me dicen tantas mentiras, tantas cosas que no son ciertas, entonces, por mi sanidad, he decidido hacer esas piedras a un lado de mi camino. He decidido fortalecerme, poco a poco creer en mi. Trabajar mi espiritualidad. Renuncio a comerme ese dolor que el machismo quiere implantar en mí, y también a alimentar y masticar aquella rabia.

Algo en mi cambió: porque quiero utilizar esa energía que mi útero tanto tiempo ha gastado en sufrir para crear algo diferente para mi y para mis hermanas. También para mis hermanos. Sin cerrar los ojos, jamás dejar de oír, o empatizar mutuamente.

Hablo de una decisión muy personal, con la que usted puede estar o no de acuerdo. No quiero decir que juzgaré a quienes tienen vivo y muy adentro ese dolor. Lo tuve mucho tiempo también, y sigo intentando sanarlo y transmutarlo.

Solo quiero dedicar mis energías a la sanación, al amor materno, al amor fraterno, al amor sexual, a la crítica constructiva, pero que no por eso calla. Ir construyendo fortalezas y seguridades (que siguen siempre trabajándose para crecer, en un continuo espiral de ensayo y error). A veces digo cosas que a muchos no agradan, especialmente a quienes tienen ese machismo dentro tan arraigado que ni siquiera se han dado cuenta de que lo tienen. Sin embargo hoy lo hago con una seguridad diferente, la de tomar las cosas que me ayudan a crecer, a ayudarnos, a darnos apoyo mutuo, a sanarnos, con toda la oscuridad y luz que ese proceso implica, con todas esas dualidades para generar aprendizajes.

 
 
 

Comentarios


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

© 2023 by Name of Site. Proudly created with Wix.com

  • Facebook Social Icon
  • Twitter Social Icon
  • Google+ Social Icon
bottom of page